
Queridos lectores de Palestra Teológica, en esta serie que hemos iniciado pretendemos dejar claramente al descubierto el gran engaño satánico para la humanidad que está profetizado en la Escritura. Estamos en medio de una lucha extraordinaria y final, y tenemos que hacer filas en uno de los bandos en contienda: los que por la fe creemos en Cristo y Su Palabra Escrita vs. los que confían en los sentidos materiales. Recuerde el amigo lector que lo que está en pugna es la fe (los que creen y confían en quien nos habla, sin ver, vs. aquellos que creen en lo que ven).
Existen muchos predicadores capaces y eficientes que luchan por engañar al hombre por medio de los sentidos materiales. Nosotros, como nos ha dicho el confiable apóstol Pablo en Efesios capítulo 6, versículo 12, no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra potestades (poderes) de maldad en los aires o en las cercanías de nuestra estratosfera y hasta en nuestro medio ambiente terráqueo, donde se han ubicado con carácter permanente, habiendo entrado encubierta o disfrazadamente, como dice Judas: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación…” (versículo 4). Note el amigo lector, preguntémonos: ¿Quiénes son los predestinados para esta condenación, sino los ángeles rebeldes que fueron lanzados a tierra? No hay lugar a dudas, son ángeles que se encarnan, cumpliendo así con lo que señala la profecía de que han entrado encubiertamente.
Satanás ha traído ángeles preexistentes consigo que están ahora revestidos de hombres y, como dije en un escrito anterior, constituyen especialistas científicos con sólidos argumentos lógicos, demostrativos de una gran capacidad intelectual, muy superior a la de cualquier hombre común.
El propósito de Satanás es derrotar el propósito de Dios, pero esto le será imposible, pues Dios ha enviado con antelación contundentes argumentos bíblicos para que no nos dejemos engañar por estos falsos mensajeros. El Señor me ha encomendado esta extraordinaria misión de denunciar a los extraterrestres y su plan maestro que es la Evacuación o el Rapto Secreto, pues ambos constituyen un mismo evento.
Si a la luz de la Palabra de Dios cualquiera me prueba que yo estoy equivocado, yo lo acepto; pero no hemos de aceptar a nadie que se presente con argumentos o ideas personales y subjetivas o, en otras palabras, con apreciaciones de hombres, pues las ideas basadas en experiencias personales no constituyen un fundamento objetivo. El fundamento tiene que ser algo objetivo y claro como lo es el mío, que es la Sagrada Palabra de Dios, la Biblia.
Este servidor puede asegurarle al amigo lector que los llamados extraterrestres no son otra cosa que los ángeles que fueron arrojados del cielo, y que vienen a buscar a la humanidad, y no será a bordo de sus alas (las cuales en realidad no poseen), sino a bordo de sus aparatos voladores que conocemos como OVNIs. Sobre esto estaremos hablando en futuros artículos.
Satanás Lucha por su Vida
Satanás está envuelto en un conflicto con Cristo. Este conflicto se remonta a los cielos, antes de la creación del hombre. Era Lucifer la criatura más bella y capaz de toda la hueste angélica, mas al rebelarse y ser arrojado en tierra arrastró una tercera parte de los pobladores del Universo (ángeles celestes). Inferimos que Dios creó al hombre para sustituir esa tercera parte por Satanás capturada (véase Apocalipsis 12:4 y Zacarías 13:8 a los fines de comprender esta inferencia). Consecuentemente, Dios, quien conoce esa cantidad específica de seres a ser vindicados o salvados, procede a alcanzar dicho número, mientras Satanás lucha porque no se alcance ese objetivo. Tan solo Dios y Satanás conocen ese número específico; tan solo Dios conoce los que faltan. Recuerde que muchos son los llamados y pocos los escogidos, y que Dios nos exhorta para que no dejemos que nadie tome nuestra corona (Apocalipsis 3:11).
Con el anterior planteamiento queremos dar sentido a esta lucha o conflicto de los siglos, y que a la vez entendamos por qué Satanás lucha tan consistentemente contra el pueblo cristiano. Él (Satanás) pretende engañar si fuese posible a los escogidos (Mateo 24:24) a los fines de que no se alcance el número por Dios propuesto, y de ese modo alargar su vida, pues tan pronto se logre dicho objetivo vendrá el fin postmilenial y su muerte (Apocalipsis 20:7-10). Dicho de forma resumida, Satanás lucha por evitar el fin para de ese modo dar tiempo al tiempo hasta ver si alcanza descubrir la forma de destruir a Cristo y Sus huestes. Para esos efectos experimenta con la genética buscando descubrir el secreto de la vida, pero Dios intervendrá y lo destruirá sin que este peligroso enemigo logre inmortalizarse. Amigo lector, recuerda que el propósito fundamental de Satanás es detener la conquista de almas por Dios, y para eso se vale de todo tipo de engaño a los fines de confundir al pueblo de Dios.
Ya hemos dicho que los extraterrestres o ángeles caídos están difundiendo el falso evangelio de Satanás. Hemos dicho, además, que son los responsables de las mutilaciones de animales alrededor del mundo, pues Satanás está preparando los seres que conocemos como riguelianos o grises con partes de animales. (Noten que los ojos de estos seres son como ojos de vaca, y sus manos parecen estar hechas con patas de gallina.) Dios es un Dios de estética y no crea cosas grotescas, por lo tanto, como dije en el anterior artículo, no hay duda de que los grises son marionetas formadas por Satanás, las cuales tiene aparejadas para crear pánico y que el hombre los confunda con demonios, cuando en realidad no son otra cosa que clones. Muchos están de acuerdo con este servidor en que son como perros manipulados por los altos rubios. Por consiguiente, mi consistente exhortación para ti, mi querido hermano lector, es que no te dejes engañar por la apariencia. No recibas a los altos rubios porque en realidad tampoco provienen de Dios. Aguarda por las instrucciones que Dios, como amoroso Padre, te estará ofreciendo para librarte de este enemigo común.
No debes aceptar a ningún dis que embajador espacial que te venga a ofrecer salvación, pues Cristo te salvó en la historia, y tan solo tienes que aguardar Su legítima Segunda Venida. Los extraterrestres te ofrecen de 200 a 400 años de vida si desarrollas un carácter moralmente perfecto; sin embargo, Cristo te ofrece una vida eterna en un cuerpo indestructible con el que Él te va a dotar (2 Corintios 5:1; Juan 14:2), todo esto gratuitamente, tan solo por la fe, y no por ninguna perfección moral de tu parte. Con esto no quiero decir que no se debe desarrollar un carácter moral, pues sí debemos hacerlo, pero ese desarrollo jamás constituye la causa por la que somos aceptados ante Dios, sino que la causa es el sacrificio vicario de Cristo en favor de todos los que aceptemos. Dice Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Y en Gálatas 1:4 se nos dice: “el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.”
Parecerían estas cosas simples y sin importancia, sin embargo, son de una trascendencia extraordinaria, pues como te hemos dicho, en esto te va la vida. Satanás, con su falso mensaje, pretende arrebatarte la vida eterna que Dios quiere otorgarte.
Si el amigo lector ha podido entender estas simples, pero trascendentes verdades, nos damos por satisfechos.