Trayectoria Ministerial de Luiko de Jesús

Luis Joaquín Laborde Sala es llamado al ministerio a los 37 años de edad por medio de una extraordinaria visión donde el Señor Jesús se le presenta, revelándole que habría de realizar una gran obra en favor del cielo.

Comienza a recibir estudios bíblicos en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, donde es bautizado en el año 1971.  A los pocos meses de haber ingresado, por su rápido aprendizaje, conocimiento y dominio de las Sagradas Escrituras sorprendió a muchos y fue nombrado copastor.

Sin embargo, al descubrir en la Palabra de Dios que la salvación se obtiene solamente por fe, y no por obras humanas —como enseña la Iglesia Adventista—, trató de persuadir al liderato de dicha congregación para que acogieran las enseñanzas de la Biblia y no las de su profetisa, Elena G. de White.  En ese momento comenzó su lucha.

Defendió con valentía y tesón la verdad, al igual que lo hizo el Señor Jesús y el apóstol Pablo, y no estuvo dispuesto a ocultarla, no empece a los ofrecimientos de carácter materialista que le hizo la Institución Adventista, razón por la cual fue expulsado.

Se une luego a un movimiento religioso procedente de los Estados Unidos, conocido en Puerto Rico con el nombre de El Despertar, en el que se presentaba el Evangelio bíblico y donde hizo grandes lazos de amistad.

Al disolverse dicho movimiento (El Despertar), luego de varios años, se dedica a ofrecer conferencias públicas, compartiendo con muchos la verdad del Evangelio Eterno, de la Salvación por fe, y funda su propio movimiento al cual llamó Fraternidad Bíblica de Laicos en Cristo.  Bajo este nombre difunde su literatura evangélica y realiza predicaciones públicas.

Posteriormente, para la década de 1980 y en virtud de la obra de reforma y denunciamiento que el Señor le encomienda realizar, denomina a su movimiento La Voz de la Reforma.  Así llama también a su programa radial, el cual mantuvo por 10 años, y mediante el cual comienza a darse a conocer en Puerto Rico por su extraordinario conocimiento bíblico y su gran capacidad para argumentar y para descubrir doctrinas antibíblicas.

Para la década de 1990, el Movimiento La Voz de la Reforma alcanza mayor popularidad y exposición en los medios, al Laborde participar en múltiples foros y entrevistas, en paneles de programas televisivos y radiales.  En esta misma década realiza viajes evangelísticos en América del Sur y Estados Unidos.

En el año 1995, Laborde y algunos miembros de su movimiento se ubican en el pueblo de Utuado con el propósito de dedicarse de lleno a una obra evangelística que cubriera a todo Puerto Rico y más allá.  Desde entonces ofrece conferencias en las plazas públicas de todos los pueblos de Puerto Rico y crea su propio programa televisivo, el cual salía al aire todos los domingos.

Comienza a difundir sus enseñanzas en el mundo cibernético o Internet.  Además, adquiere su propio periódico, Palestra Teológica; medio que se ha repartido en todos los municipios, en zonas urbanas, iglesias, agencias del gobierno y hasta en el Capitolio y la Fortaleza, esforzándose al máximo para que muchos conozcan el verdadero Evangelio bíblico de salvación por fe, y rechacen el falso Evangelio de salvación por obras que conduce a perdición.

Así cumple con su encomienda de realizar una obra de Reforma, como se dio a conocer su movimiento durante muchos años, La Voz de la Reforma.  Sin embargo, al acercarnos más aún al fin de los tiempos, Dios le revela que él tiene la comisión de culminar su obra de advertencia, anunciar al mundo entero la cercanía del fin y preparar, de ese modo, al pueblo que esperará al Señor Jesús en Su Segunda Venida, en cumplimiento a la profecía de Apocalipsis 14:9-12, razón por la cual denominó a su movimiento por órdenes divinas La Voz del Tercer Ángel.

En los últimos años el Señor Jesús —al igual que hizo con los apóstoles— otorga un nombre nuevo a Luis Joaquín Laborde Sala:  Luiko de Jesús.  Esto en virtud de que le revela que él es un ser preexistente, un hijo de Dios que vino a este mundo a preparar el camino para la Segunda Venida de Cristo.

Además, le revela que habría de realizar un extraordinario milagro con él, que servirá para llamar la atención de todos, y que Luiko, como señal, pueda reunir al verdadero pueblo de Dios que se encuentra disperso en el mundo y confundido en distintas religiones.

El milagro prometido consiste en ser tomado al cielo —como ya lo fue— para recibir una preparación especial y ser devuelto luego de un tiempo en un cuerpo más joven.  Por este milagro bíblico aguardamos, ya que la obra y milagros concernientes a Luiko de Jesús aparecen claramente en la Escritura, y para Dios, nada es imposible.

“…tiempo vendrá para juntar a todas las naciones […] y pondré entre ellos señal…” (Isaías 66:18-19)

“…vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.” (Apocalipsis 18:1)

“Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo […] y levantará señal a las naciones…” (Isaías 11:11-12)