Dicha y Prosperidad ¿Qué significan?

Año tras año durante el período navideño se repite el estribillo de: “Dicha y prosperidad para todos”; expresiones estas que permean todos los niveles sociales y círculos de difusión como la radio y la televisión, en los cuales, por lo regular, nos llegan en un trasfondo de típica música navideña —que presupone cargue el ambiente llenándolo del espíritu alegre y bullicioso que caracteriza la época.

Hemos de entender que esta perspectiva navideña no significa lo mismo para todos.  Es, pues, nuestro propósito, ayudar a muchos para que adquieran el legítimo sentir que debe prevalecer a tenor con aquello que origina dicha festividad, a saber: El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, Salvador del mundo.  Antes de nuestra exhortación hacia un legítimo sentir, obtengamos un legítimo sentir, obtengamos una visión de los distintos grupos que componen la sociedad puertorriqueña:

1. Para el sector comercial, representado por aquellos que buscan añadir fortuna y bienes económicos a sus ya crecidas cuentas bancarias, la navidad significa un gran momento de prosperidad material que se traduce en una gran victoria comercial.  Eso es para ellos: Dicha y prosperidad.

2. Para el grupo integrado por aquellos que van por la vida disipando de los excesos que ofrecen la bebida y la comida, la dicha y prosperidad consiste en que es un gran momento para la ingestión abusiva de esas cosas.

3. Y para un tercer grupo más prudente y ponderado en sus razonamientos, dicha y prosperidad significa que se les presenta un momento de expresar y estrechar lazos de amistad y además el desarrollo cultural puertorriqueño.

Sin embargo, mis queridos hermanos boricuas y conciudadanos del mundo, aquello que origina esta festividad ha sido la gran verdad de: que nos ha nacido en Belén de Judea el ser más extraordinario que ha conocido el mundo, Jesús el Hijo de Dios, lo cual implicó que la vida eterna Dios la puso a nuestro alcance.

Sería, pues, muy trascendente y benéfico para todos que, sin dejar de festejar comedidamente y de canalizar de un modo prudente toda acción propicia a la época, enfaticemos en el desarrollo espiritual de nuestras almas, adentrándonos en el conocimiento del Hijo de Dios, pues como dice la Escritura: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

La Voz del Tercer Ángel, un movimiento dedicado al servicio de la verdad, es el instrumento bajo el cual Luiko de Jesús (El Profeta del 2000) viabiliza su cátedra.  Te exhorto para que te subscribas a él y viabilices así el correcto sentir navideño para el bien tuyo y de tu familia.  Eso es lo que para ti tenemos y el regalo navideño que te ofrecemos; el mismo va acompañado de nuestros más caros deseos a los fines de que tengas una verdadera y larga dicha y prosperidad.